La octava edici├│n de la Vuelta Ciclista a Espa├▒a tuvo dos nombres propios, Bernardo Ruiz y Dalmacio Langarica. El primero domin├│ la ronda con autoridad, como demuestra su triunfo en la general y en la clasificaci├│n de la monta├▒a. Langarica, por contra, fue el protagonista negativo de la carrera. Sufri├│ todo tipo de desgracias que le impidieron luchar con Ruiz por la victoria final.
Esta edición también fue la del cambio generacional en el ciclismo español. La estrella de Julián Berrendero se iba apagando poco a poco y a su declive físico se unió una desgracia personal, como fue la muerte de su padre mediada la Vuelta, lo que provocó su retirada de la ronda española y el principio del fin de uno de los grandes protagonistas de la historia de este deporte.
Pero si una gloria empezó a decir su adiós, otra más importante, si cabe, irrumpió con fuerza. Jesús Loroño ya dio las primeras muestras de su clase. No obstante, ello fue sólo un aperitivo de lo que esperaba a los seguidores de este deporte.
Las etapas de montaña que discurrieron por la cornisa cantábrica decidieron, una vez más, el ganador final. El excelente estado de forma de Bernardo Ruiz, junto con las desgracias que acompañaron de forma casi constante a Langarica, permitió al primero adueñarse del jersey amarillo, que mantuvo ya hasta el final de la carrera, aunque para ello tuvo que soportar los ataques constantes de Langarica, quien prometió no rendirse hasta la llegada a Madrid y cumplió su palabra al pie de la letra.
Langarica lanzó más de 20 ataques en los siete últimos días, pero la desgracia, compañera inseparable a lo largo de toda la Vuelta, volvió a asestarle un duro golpe. En la etapa que transcurrió entre La Coruña y Orense sufrió una espectacular caída que echó por tierra todos sus esfuerzos y le alejó definitivamente, no sólo de la victoria, sino también del podio. El destino quisó que fuera Ruiz quien saboreara la el sabor del triunfo, mientras que Langarica se tuvo que conformar con el reconocimiento unánnime de los aficionados.
Emilio Rodríguez, segundo, Capó, tercero, Langarica, cuarto, y Mesa, quinto, escoltaron a Bernardo Ruiz en los lugares de honor, mientras que en la clasificación de la montaña, el propio Ruiz terminó en primer lugar, por delante de Langarica y Víctor Ruiz.